Un día me descubrí atrapado entre dos pérdidas irresolubles. Perseguido por lo utópico de mis sueños y la persistencia de mis pesadillas, esa noche supe que no tenía más remedio: quemar las naves y empezar todo de nuevo."Quemar las naves" es una frase que llevaba ya tiempo dándome vueltas por la cabeza sin que yo supiera que hacer con ella. Hace unos días desperté con la idea clara y precisa, con las imágenes ya formadas en mi mente,
aquí el resultado
1 comentario:
Acabo de seguir tu ejemplo, quemé todas las naves en las que he subido alguna vez, pero que por falta de.... de no sé qué!! No cupe más!
Ahora dejo todo a la deriva y busco otro puerto, ahí estaré con la alta expectativa de encontrar una nueva nave en la que si sea totalmente aceptada mi presencia ahí, pero para eso...
para eso no llevo prisa.
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