Encadeno mis pesares
Al recuerdo de tu voz;
Días sin final ni objeto
No hago nada
Ni siquiera me escucho
Ni hago nada por mí, ni para mí
Y sólo esa idea en la mente
Hacer daño, hacerme daño.
Sino sirve, tíralo
Secuéstrale la conciencia al mismo Dios
Que intenta llenar la tuya de dolor
Y estas manos que ayer plácidas recorrían tu piel
Hoy desgarran la mía intentando olvidarlo.
No es como ayer
Y parece que no habrá mañana
Así que sólo tengo asegurado el hoy
Suficiente para decir adiós.
2007.
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