Mitades se dispersan al espacio
enteros se avecinan hacia mí
deshacen la canción que va llorando
esparcen tu corazón sin ningún cuidado.
Se divierten de lo lindo
se quitan el vestido
se disfrazan con aullidos
nos van dejando sin sentido.
Es la noche del día
al que no quise llorar
no veo la salida
ni por tus cejas, ni por la escalera.
Te descubro rodando
sobre un montón de tachuelas
te descubro gritando
frente a un payaso de seda.
Y vamos diciendo:
“dame otro color”
“otra llaga rota a tu favor”;
en el juego nos vamos deshaciendo.
No me dejes voltear
no hacia atrás.
Es el día y la noche
a las que no quise llegar
me divierte el aire
que no me deja respirar.
Te aprietan las manos
te secan los Ojos
es el día, la noche y la hora
a las que no quisimos llegar.
1991.
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