Se reabren abruptamente
las heridas de las manos
ya las uñas están desprendidas;
por favor no, no me dejes así.
Tumultos se oyen a lo lejos
dicen haber matado al sol
ve a ver si es cierto
ojalá, sea otro cuento.
Un discreto anzuelo
puesto ya en la tarde
(¿en dónde dijiste?)
Por favor, no, no me dejes así.
Escasean las semillas
¿ahora que vamos a comer?
¿Dónde pusiste el sedante?
Ojalá y no seas otro cuento.
Minas y más minas
en cualquier camino
por todos lados
no, no te voy a dejar salir.
En un trigal que sirvió de anzuelo
en una extensión que mordió tu cuerpo
una fosa común
una fosa común.
1992.
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